Si nos dieran la posibilidad de aumentar nuestra fuerza, resistencia o velocidad, las ventajas resultantes de estos incrementos serían inmediatas. Desde transportarnos más rápido y vencer la escasez de tiempo hasta cargar peso sin experimentar cansancio; mejorar las facultades básicas del cuerpo facilitaría la actividad cotidiana.
Los exoesqueletos mecánicos llegaron para colaborar en ese sentido. Sí, llegaron: ver a Tony Stark enfundado en el traje de Iron Man hace que el asunto parezca un tanto lejano e irrealizable, pero varios proyectos ya están en marcha para ayudar a las personas.
La investigación y desarrollo de estas estructuras robóticas están ramificados en dos direcciones bien definidas: por un lado, están los que trabajan para crear prototipos que mejoren las habilidades y el rendimiento de los soldados en los conflictos bélicos; y del otro lado aparece una gama que apunta a mejorar la salud y el andar diario de quienes padecen patologías e impedimentos corporales. Se trata de dos universos paradójicamente opuestos, pero que respetan el mismo espíritu que apunta a optimizar la facultad física humana.
De vuelta en movimiento
El ejemplo más resonante de lo que se puede lograr a gracias a los exoesqueletos lo otorgó Claire Lomas al desafiar su parálisis y completar la edición 2012 de la Maratón de Londres con la ayuda de ReWalk. No sólo se transformó en la primera persona en finalizar una competencia de esta índole, sino que también pasó a ser un icono motivacional para seguir de pie más allá de las adversidades.
Ekso Bionics lleva varios años fomentando el encuentro entre “la ingeniería biomecánica y las agallas humanas”. Según su manifiesto, la firma dedica todo su conocimiento y aplica las mejores tecnologías a “ayudar a que la gente repiense las actuales limitaciones físicas y logre alcanzar sus objetivos”. Este es el caso de Jason Gieser, uno de los embajadores de la compañía, quién contrajo una parálisis corporal del pecho hacia abajo por un accidente y volvió a caminar gracias a un exoesqueleto.
Engrosan la lista de participantes para mejorar la movilidad compañías como Berkeley Bionics, con el desarrollo de sus eLegs, y Honda, que saltó a la escena de la recuperación corporal hace unos meses con su Walking Assist Device:
Fuerza y potencia
Pero no todos los exoesqueletos trabajan de la cintura para abajo. Diseñado por alumnos de la Universidad de Pennsylvania, Titan Arm es un dispositivo pensado para aquellos que busquen rehabilitar la parte superior del cuerpo. Además, sirve para utilizar como complemento mecánico y aumentar la fuerza de brazos en pos de reducir las lesiones propias del exceso de cargas que sufren algunos trabajadores.
El Exo Suit desarrollado en la Universidad de Harvard también figura en la corriente que opta poraumentar la potencia muscular. Este aditamento tecnológico, más flexible que los otros modelos, se pone como si fuera un pantalón y mejora el rendimiento físico del usuario.
Según Conor Walsh, investigador principal de esta iniciativa, el Exo Suit “ayuda a las personas a recoger cargas más pesadas de las que podrían ser naturalmente capaces de levantar” y apunta a varios campos de aplicación: en el ejército, permitiría a los soldados llevar cargas pesadas a mayor distancia; en el deporte, los atletas mejorarían sus facultades físicas; en la rehabilitación, disminuiría las lesiones musculares.
En este rubro también hay que mencionar al Human Universal Load Carrier, mejor conocido como HULC, que acuñó Lockheed Martin hace cuatro años. Centrado en el campo bélico, este esqueleto externo e hidráulico permite que los soldados lleven cargas de hasta 90 kilogramos sin dañar su integridad ni estado.
Además del agregado de fuerza que otorga, es meritorio destacar a este aparato por el hecho de que no está diseñado para matar (como sí pasaba con el traje de batalla utilizado por Wikus Van De Merwe enDistrict 9).
Otra oportunidad
El video de Emma, una niña de dos años que padece artrogriposis, resume el aspecto esperanzador de los exoesqueletos. Para que pueda mover sus brazos atrofiados por la enfermedad, un hospital de Delaware diseñó un exoesqueleto que luego imprimió en 3D.
El procedimiento asegura que, en caso de que se rompa esta prótesis, las partes puedan reponerse de forma sencilla sin inquirir en grandes gastos.
La impresión de exoesqueletos también aparece como una opción flexible, cómoda y amigable para reemplazar al yeso utilizado para sanar las quebraduras. El Cortex, creado por Jake Evill, fusiona las tecnologías para lograr un soporte resistente y cómodo, cuyo armado incluye una radiografía y un escaneo en tres dimensiones de la quebradura para producir un inmovilizador a medida:
Estos desarrollos demuestran que las imágenes futuristas de humanos cuyas habilidades son asistidas por estructuras externas y pegadas al cuerpo ya no están tan lejos. Y esto podría ser beneficioso para todos.
¿Te imaginas con un exoesqueleto? ¿cuál uso crees que es el más interesante para esta tecnología?
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