Caminar descalzo todos los días de 10 a 15 minutos es una práctica recomendada para fortalecer pies y tobillos. Al fortalecer pies y tobillos obtienes:
- Mayor control en la aceleración y desaceleración del pie.
- Mayor estabilidad en los cambios articulares que suceden en cada paso por los cambios imprevistos del terreno.
- Ayuda a prevenir lesiones.
- Contrarresta cualquier tipo de rango del movimiento del pie en terrenos inestables.
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