Jugadores del Real Valladolid reciben tratamiento de los
fisioterapeutas del equipo.
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- La manipulación del músculo dañado disminuye la inflamación y el dolor
Los deportistas lo saben, igual que sus entrenadores y
fisioterapeutas, pero hasta ahora no existían pruebas fisiológicas y
bioquímicas de los efectos reparadores de los masajes. Ahora, sí. Un trabajo
publicado en 'Science Translational Medicine' demuestra que 10 minutos de
masaje desencadenan una serie de reacciones que reduce la inflamación y el
dolor muscular después de realizar un ejercicio intenso.
Cualquier equipo o deportista que se precie tiene un
fisioterapeuta 'de cabecera' que además de tratar las lesiones 'mima' los
músculos con masajes que, según diversas hipótesis, "moderan la
inflamación, mejoran el riego sanguíneo y reducen la rigidez de los tejidos,
disminuyendo así la sensación de dolor", explica el estudio. Pero lo
cierto es que "los efectos biológicos de los masajes sobre el músculo
esquelético siguen siendo inciertos".
Los autores de esta investigación seleccionaron a 11 varones
jóvenes y activos que realizaron un ejercicio intenso que les provocó cierto
daño muscular. Después de eso, sólo uno de sus dos cuádriceps recibió un masaje
terapéutico durante 10 minutos. Una vez finalizado el tratamiento, los autores
realizaron dos biopsias en ambas piernas, una a los 10 minutos y otra a las dos
horas y media.
Una alternativa a la pastilla
Los análisis de las muestras indicaron que en el músculo
masajeado se habían producido ciertos cambios. "El masaje mermó la
expresión de citokinas inflamatorias en las células musculares y promovió la
biogénesis de mitocondrias, que son las unidades celulares productoras de
energía", explica Simon Melov, responsable de los exámenes genéticos de
las biopsias y experto del Instituto de Investigación Buck (EEUU).
Los resultados obtenidos por Melov y sus colegas de la
Universidad McMaster (Canadá) indican "que el músculo dañado por el
ejercicio es sensible a una sesión de 10 minutos de masaje" y que los
efectos de este tratamiento "son similares" a los de los fármacos que
se utilizan habitualmente para combatir el dolor y la inflamación muscular.
"Nuestros datos sugieren que los efectos positivos
percibidos de los masajes son el resultados de una producción atenuada de
citokinas inflamatorias, cosa que reduciría el dolor a través del mismo
mecanismo que los medicamentos antiinflamatorios convencionales, como los
AINEs", concluyen los autores.
La constatación científica de los beneficios de los masajes
es importante porque los dolores musculares son muy comunes y los tratamientos
farmacológicos no siempre son ideales. Esta terapia alternativa "podría
ser útil para un amplio espectro de individuos incluyendo los mayores, aquellos
que sufren lesiones musculoesqueléticas y los pacientes con enfermedades
inflamatoria crónica", apunta Mark Tarpolsky, autor principal del estudio.
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